Capitulo 3:Un Reencuentro Inesperado.
Y ahí estaba yo, con 19 años siendo un chico respetado y querido por un pueblo entero, conocí a una chica de ojos oscuros tales como los míos con la que siempre hablaba en la plaza mayor del pueblo y le contaba todas mis historias de caza y todos mis combates contra todos los que pretendían herir al pueblo o a mi. Se llamaba Elisabeth.
- Zack... ¿te gustaría tomar algo conmigo junto al rio?
Vi la cara de Elisabeth y estaba sonrojada.
- Claro que sí, me encantaría..
- Pues voy a mi casa a recoger cosas para el picnic, ¿nos vemos en el pequeño descampado de la ladera del río?
- Claro.
Y así fue, marché hacia donde había quedado con Elisabeth, al llegar tuve una sensación bastante rara como si me estuvieran espiando. Al poco llegó ella con su cesta con comida y un mantel donde poder sentarnos, estuvimos allí hasta que anocheció y al caer la noche cuando nos íbamos a marchar de allí, aparecen 3 tipos encapuchados, uno de ellos cogió a Elisabeth por la espalda y colocó un cuchillo en su cuello.
- Pero que coño está pasando, ¿quiénes sois?
- Veo que no te acuerdas de mi...
- ¿Tú?
Uno de ellos se quitó la capucha y era él…el que años atrás asesinó a mis padres, estaba allí mismo delante mía. Hice el intento de salir corriendo hacia él pero cuando empecé a correr gritó:
- ¡Quieto o mataremos a la chica!
Paré en seco y mire hacia Elisabeth..
- ¿Que queréis de ella? dejadla marchar...
- Esto no es tan fácil, la dejaremos salir de aquí viva, pero antes debes hacer una cosa…
- ¿Una cosa? ¿Que diablos queréis de mi?
- Veo que te has hecho fuerte y has crecido bien, pues lo que queremos es que te vengas con nosotros y hagas todo lo que te digamos.
Así que fue por eso por lo que no acabaron conmigo, quería que me uniera a ellos pero... ¿por qué?
- ¿Unirme a ustedes? ¿para qué? Tu acabaste con mis padres y yo acabaré contigo y con quien se ponga delante...
- Pues ven a por mi.
Al decir esto salí corriendo hacia el pero en mitad del camino uno por la espalda me disparó una flecha en el gemelo con lo cual me caí al suelo. ¿Lo tenían todo planeado? ¿sabrían que haría eso? no creo nadie puede saber que movimientos hará alguien… me arranqué la flecha de mi gemelo y me senté en el suelo para así tapar la herida, poco a poco se me acerco el asesino de mis padres hacia mi, me cogió de la barbilla y me dijo:
- Ahora por tu insensatez mira lo que haremos a tu amiga...
La miré a los ojos y ese tipo encapuchado le rajé el cuello tirándola después al suelo de una patada en la espalda. La mataron por mi culpa, cuando iba a atacar al asesino de mis padres sacó un cuchillo y me rajo la cara, el corte fue directo a mi ojo izquierdo el cual notaba como si me quemara y perdí total visibilidad de ese ojo. Acabé tirado en el suelo sangrando y ellos riéndose de mi como si fuera una un maldito bufón…
- Veo que no te enteras de que no tienes escapatoria, pero como estas ahora mismo no creo que nos sirvas para mucho así que ahí te quedas.
Dicho esto me dejaron allí tirado desangrándome por el corte en la cara y pierna. Con las pocas fuerzas que me quedaban me arrastré hacia el cuerpo de Elisabeth, la agarre de la mano y le dije "lo siento" y todo se volvió oscuro…
Y ahí estaba yo, con 19 años siendo un chico respetado y querido por un pueblo entero, conocí a una chica de ojos oscuros tales como los míos con la que siempre hablaba en la plaza mayor del pueblo y le contaba todas mis historias de caza y todos mis combates contra todos los que pretendían herir al pueblo o a mi. Se llamaba Elisabeth.
- Zack... ¿te gustaría tomar algo conmigo junto al rio?
Vi la cara de Elisabeth y estaba sonrojada.
- Claro que sí, me encantaría..
- Pues voy a mi casa a recoger cosas para el picnic, ¿nos vemos en el pequeño descampado de la ladera del río?
- Claro.
Y así fue, marché hacia donde había quedado con Elisabeth, al llegar tuve una sensación bastante rara como si me estuvieran espiando. Al poco llegó ella con su cesta con comida y un mantel donde poder sentarnos, estuvimos allí hasta que anocheció y al caer la noche cuando nos íbamos a marchar de allí, aparecen 3 tipos encapuchados, uno de ellos cogió a Elisabeth por la espalda y colocó un cuchillo en su cuello.
- Pero que coño está pasando, ¿quiénes sois?
- Veo que no te acuerdas de mi...
- ¿Tú?
Uno de ellos se quitó la capucha y era él…el que años atrás asesinó a mis padres, estaba allí mismo delante mía. Hice el intento de salir corriendo hacia él pero cuando empecé a correr gritó:
- ¡Quieto o mataremos a la chica!
Paré en seco y mire hacia Elisabeth..
- ¿Que queréis de ella? dejadla marchar...
- Esto no es tan fácil, la dejaremos salir de aquí viva, pero antes debes hacer una cosa…
- ¿Una cosa? ¿Que diablos queréis de mi?
- Veo que te has hecho fuerte y has crecido bien, pues lo que queremos es que te vengas con nosotros y hagas todo lo que te digamos.
Así que fue por eso por lo que no acabaron conmigo, quería que me uniera a ellos pero... ¿por qué?
- ¿Unirme a ustedes? ¿para qué? Tu acabaste con mis padres y yo acabaré contigo y con quien se ponga delante...
- Pues ven a por mi.
Al decir esto salí corriendo hacia el pero en mitad del camino uno por la espalda me disparó una flecha en el gemelo con lo cual me caí al suelo. ¿Lo tenían todo planeado? ¿sabrían que haría eso? no creo nadie puede saber que movimientos hará alguien… me arranqué la flecha de mi gemelo y me senté en el suelo para así tapar la herida, poco a poco se me acerco el asesino de mis padres hacia mi, me cogió de la barbilla y me dijo:
- Ahora por tu insensatez mira lo que haremos a tu amiga...
La miré a los ojos y ese tipo encapuchado le rajé el cuello tirándola después al suelo de una patada en la espalda. La mataron por mi culpa, cuando iba a atacar al asesino de mis padres sacó un cuchillo y me rajo la cara, el corte fue directo a mi ojo izquierdo el cual notaba como si me quemara y perdí total visibilidad de ese ojo. Acabé tirado en el suelo sangrando y ellos riéndose de mi como si fuera una un maldito bufón…
- Veo que no te enteras de que no tienes escapatoria, pero como estas ahora mismo no creo que nos sirvas para mucho así que ahí te quedas.
Dicho esto me dejaron allí tirado desangrándome por el corte en la cara y pierna. Con las pocas fuerzas que me quedaban me arrastré hacia el cuerpo de Elisabeth, la agarre de la mano y le dije "lo siento" y todo se volvió oscuro…
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